GLORIA: Mucha gente piensa que fue algo repentino, que salí y que pegué con mi primera canción, pero no es así, porque el sueño y la preparación empezó desde los tres años.

Yo empecé a estudiar ballet con mi mamá desde los tres años.

Empecé a bailar en punta entera a los siete años y recuerdo que cuando había un festival de ballet en Ciudad Victoria, que donde nosotros vivíamos y yo me acuerdo que estaba detrás del escenario y oía el murmullo de la gente.

Ahí, en el momento en el que yo estaba asomada por el agujero de la cortina y vi al público y mi corazón se aceleró.

Y yo dije "Yo quiero estar viviendo esto siempre."

Empecé a viajar a México a los 14 años, iba y venía.

Estaba en un concurso que era la doble de un artista.

Esta era mi oportunidad para poder entrar a un centro de capacitación de una televisora muy importante.

Yo soñaba con convertirme en una estrella.

A mí me pasó de una manera muy diferente a como le puede pasar a otros artistas que de repente sienten que hoy "soy famoso" porque yo estaba viviendo una situación personal que me bajaba completamente de cualquier nube.

Casi ni me di cuenta de que yo era Gloria Trevi y de la fama que yo estaba teniendo.

Cuando yo llegaba a algún festival, por ejemplo, y me decía el organizador, "es que no tienes idea.

Contigo la gente se volvió loca, se prendieron más que con nadie."

Yo lo que decía es, "oh, ajá gracias," pero yo dentro de mí pensaba.

Seguro sola dice también al otro colega que acaba de presentarse y el que viene detrás.

O sea, no lo creía porque para empezar me faltaba mucho amor propio.

Fueron muchos años que yo no pude estar en escenarios, pero durante ese tiempo también seguí escribiendo canciones y me conecté de una manera mucho más intensa y más profunda con el público.

Yo siento que tengo mucha base, también rockera.

Yo el rock lo entiendo como el libertad de expresión, entonces esa libertad me hace sentirme que yo puedo cantar el género que a mí me guste.

Claro, tengo que ponerle mi marca, mi sello.

Cuando yo canto algo es lo que realmente me llega.

Yo siento que al escribir ese tipo de canciones con las que realmente me identifico y las defiendo con esa veracidad.

La gente sabe cuando eres sincero, cuando nada sincero.

Y eso me conecta impresionante con un público que aparte de todo, va rompiendo también generaciones.

No tengo con qué agradecer ese cariño, ese amor de una nueva generación.

Todos son concierto y tú te encuentras un montón de niños.

Como si estuvieras en los 90, niños, niñas con los pelos parados.

Y tú ves en el TikTok y los ves haciendo challenge míos y todo y yo les digo ¡wow¡ Hoy un, "Medusa."

Les gusta.

¿Dicen quién es esta artista nueva?

(laughs) Y entonces de repente la mamá le dice "No, ni tan nueva."

Fíjate que ella a mí me gustaba y le enseñé las canciones que la mamá escuchaba cuando estaba chavita mías.

Siento que más que un reconocimiento para mí es tomar en cuenta lo que el público latino escucha.

Siento que cuando se toma en cuenta lo que el público ama, lo que el público escucha, lo que el público va a ver a un concierto.

Creo que hay un gran respeto y siento más que nada de eso, que más que reconocerme a mí, se les reconoce a ellos que han luchado tanto por mí que me han permitido esta vigencia y me han permitido esos clásicos también.

Que incluso cuando yo no esté, mi música siga uniendo a las personas y que la gente pueda por medio de una canción, desahogar el dolor por una canción de su Trevi, pero para secarse las lágrimas y luego levantarse y recuperar su autoestima y saber que nunca pueden rendirse, que somos aves Fénix todos.